En una casa pequeña a nadie se le ocurriría meter una mesa de ping-pong (a menos, claro, que se trate de un fanático del deporte). Pero la verdad es que es un juego realmente divertido, especialmente para los más pequeños… Y con esta idea, el problema del espacio está solucionado. Para poder jugar, basta con hacer oscilar el panel central de la puerta hasta colocarlo en posición horizontal. Después, colocamos la red… Y listo: empieza la partida. Tobias Fränzel fue el creador de esta ingeniosa idea.
domingo, 4 de enero de 2015
Puerta-mesa ping pong
En una casa pequeña a nadie se le ocurriría meter una mesa de ping-pong (a menos, claro, que se trate de un fanático del deporte). Pero la verdad es que es un juego realmente divertido, especialmente para los más pequeños… Y con esta idea, el problema del espacio está solucionado. Para poder jugar, basta con hacer oscilar el panel central de la puerta hasta colocarlo en posición horizontal. Después, colocamos la red… Y listo: empieza la partida. Tobias Fränzel fue el creador de esta ingeniosa idea.
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