El primer antibiótico descubierto fue la penicilina en 1897 por
Alexander Fleming, nacido en Escocia, aunque el uso más remoto de los
antibióticos tuvo lugar en China hace más de 2500 años. Se sabía
entonces que la cuajada mohosa de la soja sobre ciertas infecciones
traía beneficios terapéuticos.
Los antibióticos son medicamentos
potentes que combaten las infecciones bacterianas. Su uso correcto puede
salvar vidas. Actúan matando a las bacterias o impidiendo que se
reproduzcan. Después de tomar antibióticos las defensas del cuerpo son
suficientes. Antiguamente, cuando no existían los antibióticos, las
personas podían morir por una enfermedad a la que actualmente no daríamos
ninguna importancia.
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