jueves, 4 de diciembre de 2014

Aspiradora


  La primera vez que se utilizó una aspiradora fue en 1869. Era una máquina de madera, que mejoró ligeramente el resultado de los cepillos, pero aún así la aspiradora era tan grande como un carro.

  La primera aspiradora eléctrica “portátil” se inventó en San Francisco en 1905. Esta máquina pesaba más de 40 kilos y a causa de su tamaño y peso fue un fracaso en la sociedad.

  Dos años más tarde, en 1907, James Murray Spangler, que era un conserje y se dedicaba a la limpieza de una gran tienda en Estados Unidos, dedujo que el polvo de las alfombras era la responsable de su tos. Este hombre dio una solución creativa a su problema: gracias a un motor, un palo de escoba y una funda de almohada, creo la aspiradora eléctrica portátil, la primera de las que hoy conocemos.



 
  En 1908 Murray con la patente de su invento, fabricó unas pocas aspiradoras. La primera que vendió fue a su prima, quien hizo ver a William H. Hoover (su marido) el potencial del invento, y decidió comprar la patente y establecer una compañía que fabricara y comercializara aspiradoras.

  Fue un éxito en esta sociedad y gracias a Murray y Hoover actualmente existen unos 100 fabricantes de aspiradoras a nivel mundial que buscan satisfacer a la sociedad. Porque ahora os preguntaréis ¿y qué tiene de importancia una aspiradora? Pues preguntarle a vuestros padres cuando van a limpiar el interior del coche o cuando el suelo de todo el salón es ocupado por un alfombra, y tienes que limpiarla como Murray. Son pequeñas cosas que les hacen tener una gran utilidad.

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