¡Oh, no! ¡Ese pantalón que tanto te gusta se te cae, te queda grande! ¡Quieres disimular la barriguilla y no sabes cómo! No te preocupes, ya existen los cinturones. Su invención se remonta a la Edad de Bronce y, en un principio, se centraba en el uso masculino. Antes de los años 20, su finalidad era decorativa, sobre todo, en el caso de militares. No es hasta la Edad Media, cuando la mujer comienza a llevar pantalones y a usar este complemento.
Actualmente, todo el mundo ha llevado cinturón
alguna vez. Es más, los hay de muchos tipos y diseños diferentes, desde
los más finos para decorar un poco las faldas de las chicas y los más
elegantes para dar un toque interesante a los trajeados oficinistas,
hasta los más anchos, perfectos para aquellas personas que se atreven
con todo.
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